El día 11 de junio y, nuevamente con un excelente clima, alcanzamos la cumbre del volcán Sajama, de 6.542 mts., la mayor altura de Bolivia y objetivo final de este lindo viaje. Luego de aclimatar ascendiendo los cerros Wisalla (5.030 mts.) y Acotango (6.053 mts.), y tras descansar un día visitando los geyser y las increíbles termas de Sajama, salimos desde el hostal de Mario & Ana directo hasta el campamento alto, ubicado a 5.670 mts., sin pasar por el campamento base, a 4.710 mts.
El ascenso al Acotango algunos días antes trajo algunas consecuencias para Isabel, quien tuvo problemas en sus pies, lo que le obligó a descansar un día extra para recuperarse, impidiéndole acercarse al campamento alto y, con ello, quedando sin opción de Sajama; pero eso no fue obstáculo para ella y, lejos de quedarse de brazos cruzados, fue por otro tremendo objetivo: el volcán Parinacota, de 6.376 mts., y alcanzar su cumbre. ¡Felicitaciones Isa!
El 10 de junio junto a Teresa, Germán y Mario a la cabeza, nos internamos por una quebrada de queñoales, rugoso árbol propio de la zona, llegando al campamento alto en la tarde, emplazando las carpas casi a 5.700 mts., en un reducido espacio sobre un portezuelo apenas protegido. Muy poco viento, paz absoluta y frío “normal”.
Tere, quien desde Santiago arrastraba fuertes dolores de garganta y que tras el ascenso al Acotango tuvo algo de fiebre, decidió permanecer en el campamento y no ir por la cumbre a pesar del gran esfuerzo que hizo para alanzar este punto. Una pena, pero para ella que cuenta con varios seismiles en el cuerpo lo entendió de la mejor manera y esperó hasta el regreso del grupo. ¡Grande Tere! 11 de junio, 2:15 am y ya estábamos en marcha.
Bastante nevado resultó el volcán, lo que volvió más expedito varios tramos del ascenso y, luego de 6 horas de marcha, alcanzábamos la cumbre pasado las 8 am, con esa vista inigualable que regala este gigantesco volcán a quienes alcanzan el punto más alto. ¿El día? Soleado, sin viento y muy poco frío; un verdadero regalo.Descenso hacia el campamento y regreso al hostal. Larga jornada, mucha alegría.
Al día siguiente retorno a Arica, ducha, tranquila celebración y de vuelta a los hogares en Santiago y Buenos Aires (Germán).
Nuevamente felicitaciones y agradecimientos a todos —Tere, Isa, Germán— y el apoyo de Mario y la cocina única de Ana, por este tremendo viaje y gran experiencia.