Cururo, un roedor endémico de Chile

Cururo, un roedor endémico de Chile

Cururo, “Spalacopus cyanus”, a orillas del río Colorado, camino al volcán Tupungato.

Cururo, un pequeño roedor endémico del país

El cururo (Spalacopus cyanus) es una especie de roedor histricomorfo de la familia Octodontidae, la única del género monotípico Spalacopus. No se reconocen subespecies. Es endémica de Chile.

Se puede encontrar en Chile, desde Caldera (III región de Atacama) hasta Chillán (XVI región de Ñuble), desde el nivel del mar hasta 3.400 mts. de altitud. Es un roedor fosorial (vive bajo tierra) de alrededor 14 cm de longitud, más la cola que mide 4 cms., de forma cilíndrica. Su pelaje es corto y suave, en general negro azabache con visos grises. De ojos negros, orejas pequeñas y manos grandes con fuertes garras prensiles. Los dientes incisivos sobresalen de su boca y son bastante poderosos, capaces de masticar duras raíces

Ejemplares de cururos asomándose a la entrada de sus túneles cerca del mediodía en el cajón del Río Colorado. Es posible apreciarlos al mantener silencio y no caminar cerca de sus galerías, pues escuchan los ruidos desde el interior, evitando aí salir al exterior.

 

Forman grupos de 6 a 15 individuos que viven en galerías que construyen bajo tierra. Allí tienen cámaras para almacenar alimento y para la crianza. La longitud de su sistema de galerías se estima en hasta 600 metros. Se caracteriza por construir túneles profundos en terrenos cubiertos de vegetación con raíces comestibles o bulbos. Las entradas se reconocen por los montoncitos de tierra. Son capaces de horadar extensas áreas de pastizales o laderas.

En tiempos de sequía se ocultan en las profundidades y se hace de hábitos solo nocturno. Construye galerías subterráneas, las que no abandonan, pero asoma su cabeza en las entradas cuando sale el sol. Consumen bulbos y raíces, los cuales almacenan en cámaras que pueden llegar a contener hasta 13 k de alimento. Cada hembra pare una a dos veces por año una camada de una a tres crías con pelaje completo del mismo color que los adultos.

Son poco frecuentes de ver en luz diurna, son tímidos y rehúyen la presencia humana; son activos durante los atardeceres y también  durante la mañana y no abandonan nunca la entrada de sus cuevas. Se comunica con sonidos que resuenan en los túneles.Cuando la vegetación del terreno disminuye, la colonia se traslada durante la noche.

Fuente: SAG / Wikipedia
Fotos: Adolfo Dell´Orto S.

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